Leyenda del lapacho rosado
Alkenarya, la perla del Norte santafesino Cuando por las tierras del norte santafesino los Jaaukanigás (gente del agua) recorría las anchas costas del Río Paraná, valiéndose de las riquezas naturales que les obsequio el Dios Tupá, una pequeña parte de la tribu se quedaba en tierra para cuidar de las mujeres y resguardarlas de la nueva y desconocida amenaza que se acercaba cada vez más por el sur: hombres blancos, colonos con un propósito, dominar las tierras y traer consigo la "civilización". No obstante, desentendiéndose de lo que sucedía a su alrededor, la pequeña Alkenarya, tan inocente como cualquier infante, se dejaba llevar por sus pies y su curiosidad, visitaba todos los días a los nuevos visitantes y aprendía increíbles cosas sobre ellos. Pero un día, su padre se entero de sus visitas secretas y le prohibió acercarse, esos hombres eran invasores, alababan a otro Dios y profesaban motivos oscuros, por miedo ellos había dejado de bajar por el río hacia e